Tras la visita, los ediles radicales plantearon que esta nueva política en principio podría llegar a dotar de transparencia el sistema y que controlarán que así sea. Además, plantearon que la Tarjeta Sube no soluciona el problema de la calidad del servicio, por lo que debe ir acompañada de otras medidas.
«Entendemos que este mecanismo cambia el paradigma, porque ahora supone subsidiar la demanda y no la oferta, por lo que podría ser un mecanismo más transparente. Lo celebramos, pero por supuesto vamos a controlar de manera exhaustiva que así sea. Vamos a pedir informes de manera periódica sobre los avances, porque lo que queremos es que realmente esta decisión impacte de manera positiva en el bolsillo de los usuarios. Y entendemos que esto debe ir acompañado de otras medidas que garanticen que de manera urgente haya una mejor calidad de servicio, con colectivos que no se caigan a pedazos, que respeten las normativas para ser accesibles para personas con discapacidad, que tengan una buena frecuencia», planteó Canelada tras la reunión.
Por su parte, Cobos planteó que esta medida podría evitar el «oscurantismo de algunos números del servicio». «Esto permite conocer algunos datos, cuántos pasajeros circulan, cuántos kilómetros se recorren efectivamente y así conocer cuál es la verdadera rentabilidad o no de las empresas.
De esta manera, se podrá exigir a los empresarios que renueven y modernicen las unidades. Consideramos auspiciosa esta reunión. No es una práctica muy común en Tucumán. Y sirven para canalizar los problemas que nos cuentan en todos los barrios.
Esto no se trata solamente el tema del costo del boleto de la Metropolitana, la Ciudadana o la Sube. Tiene que ver con viajar seguros, en unidades que estén en condiciones, con una frecuencia que además nos dé la garantía de que no llegamos tarde adonde nos dirigimos.
Todo eso es lo que tenemos que poner en debate porque el servicio en Tucumán es pésimo».