El Indec difundió los datos sobre distribución
del ingreso en el segundo trimestre y los resultados son preocupantes.
Según se desprende del informe, los ingresos de la mitad de los hogares
del país no alcanzaron para cubrir el costo de la canasta básica total (CBT),
que delimita el umbral de la pobreza. Además, el 61,7% de la población ocupada
percibió algún ingreso, en promedio de $ 66.552, mientras la concentración de
la riqueza se consolida en un extracto social.
Para su análisis, el organismo divide el total de la
población en 10 estratos (deciles) poblacionales según escalas de
ingresos. Según las últimas estadísticas oficiales sobre los ingresos
totales obtenidos en cada hogar del país, la mitad registró una ganancia
promedio de hasta $ 88.468 para fines del trimestre. En junio, el costo de
la CBT fue de $ 104.217. Por ende, cinco de cada diez hogares
obtuvieron ingresos por debajo de la línea de pobreza.
Otro dato relevante fue lo sucedido con la población
asalariada a nivel individual. De acuerdo al Indec, hasta el octavo decil, el
promedio de ingresos fue de $ 84.326. Esto quiere decir que el sueldo de
ocho de cada diez trabajadores no alcanzó para sostener los ingresos de un
hogar y que el grupo familiar no sea considerado pobre. Otro dato a tener
en cuenta, los ingresos laborales representaron 75,3% de los totales, mientras
que los no laborales alcanzaron el 24,7% restante.
Distribución del ingreso en detalle
El 61,7% de la población ocupada percibió algún
ingreso, en promedio de $66.552, en el segundo trimestre del año, en medio de
una mejora de la distribución, según el coeficiente de Gini, y un crecimiento
de la economía. En su informe "Distribución del Ingreso", el Indec
precisó además que el 10% más pobre de la población ocupada concentraba
1,5% del total de ingresos, mientras que el 10% más rico concentraba 29%, al
término del segundo trimestre del año.
Respecto a la población ocupada, el Indec dio cuenta
que se registró un ingreso promedio de $ 66.604 y un ingreso mediano de $
53.000. A su vez, el ingreso promedio per cápita de la población, más allá
de si está ocupado o no, alcanzó los $ 29.137, mientras que la mediana del
ingreso per cápita fue de $ 31.125.
En tanto, la mayor equidad quedó reflejada en el
Coeficiente de Gini, una relación matemática que tiene al "0" como el
nivel de mayor igualdad y al "1" con el mayor desequilibrio. Así, el
Coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas alcanzó en
el segundo trimestre del año un valor de 0,414 puntos, contra 0,434 de igual
período de 2021.
Esta leve mejora en la distribución del ingreso se
produjo en un período de 12 meses en que la inflación fue de 64%, el Índice de
Salarios aumentó 45,3% y la actividad económica subió 67,7%. En ese escenario,
la desocupación se ubicó en el 6,9% en el segundo trimestre, contra 9,6% de
abril-junio del 2021, informó el organismo.
Analizado según escala de ingreso individual, el
ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) equivale a $ 25.335; el del
estrato medio (deciles 5 a 8), a $ 63.160; y el del estrato alto (deciles 9 y
10), a $ 155.830. Los perceptores varones tuvieron un ingreso promedio de
$ 76.306, mientras que el de las mujeres fue de $ 56.997.
Respecto a la población
asalariada, se registraron 9.360.477 personas con ingreso promedio de $ 70.678
. Además, el ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento
jubilatorio fue de $ 89.630, lo que marcó una suba de 56% interanual, mientras
que para aquellas sin descuento, ese ingreso alcanzó a $ 38.476, con un alza de
58,8%.
La semana pasada, el secretario de Producción,
José Ignacio de Mendiguren, afirmó que "el Gobierno se ha fijado como
política mantener el poder adquisitivo del salario e ir a un plan de
estabilización, pero no como fue históricamente en Argentina, que lo primero
que se atacaba era el salario".